top of page
  • Foto del escritorCaro

Los pañales no se quitan, se dejan

Actualizado: 15 jul 2019

Cuando Cami tenía dos años, teníamos tantas cosas en que enfocarnos que la verdad enseñarle a ir al baño no estaba en nuestra lista de prioridades. Recién estábamos aprendiendo lo que son los desórdenes del ciclo de la urea (UCD) e invertíamos todo el tiempo que teníamos en entender las exigencias de la dieta de Cami. En la clase de Toddlers (2-3 años) ya habían niños que no usaban pañales y otros que como ella los seguían teniendo.


Si bien leí algunos artículos sobre cómo quitar los pañales, en realidad aplique muy pocas cosas (las cosas que eran más lógicas para mí). Estoy segura que en alguno de los artículos que leí decía: “Los pañales no se quitan, se dejan” y esta frase resume nuestra experiencia porque literalmente Cami los dejó, yo no se los quité. En esta nota combinaré mi experiencia con los principios de la filosofía Montessori dado que se pueden aplicar en cualquier momento del desarrollo del niño.

  • Seguir al niño: Cada niño se desarrolla de manera distinta, no podemos pensar de porque ya cumplió los dos años ya está preparado para ir al baño. Observa la frecuencia con la que orina, si su pañal se mantiene seco por períodos prolongados (3-4 horas) significa que los músculos de la vejiga se han desarrollado lo suficiente para retener y almacenar la orina. Puede que esté físicamente preparado pero no lo está emocionalmente. Otras señales son imitar a los adultos cuando van al baño (Cami ponía a su muñeca en el inodoro y se sentaba a esperar a que “orinara”), avisarte que su pañal está sucio, querer ponerse ropa interior (el día en que Cami me dijo: No pañal, quiero calzón, ese fue el día en que le dijimos adiós a los pañales).

  • Guiar: El rol de los padres es de guiar al niño mientras aprende por sí solo. Explícales el proceso e invítalo a sentarse en el inodoro (no lo fuerces o dejes sentado por ratos prolongados como si fuera un castigo). Cuando veas que tu hijo quiere ir al baño invítalo a ir al inodoro para que intente (generalmente los niños dan algunas pistas cuando quieren ir, por ejemplo algunos niños cruzan las piernas). ¿Cómo sé cuáles son las pistas de mi peque? Obsérvalo, al inicio es difícil pero llega un momento que te das cuenta.

  • Ambiente preparado: Proveer un ambiente preparado es fundamental para facilitar el proceso. En el caso de Cami, empezamos con un orinal porque le tenía un poco de miedo al inodoro. Este orinal me encantó porque parecía un inodoro pequeño, y emite una canción una vez que el niño termina, invitándolo a jalar la palanca. Poco a poco comenzó a usar el inodoro al cual le agregué un adaptador y una banquita antideslizante para que pueda sentarse con facilidad y sin ayuda. La ropa también es importante, evita pantalones con botones o bodys que son difíciles de quitar y poner.

  • Evita los premios y los castigos: Guía a tu peque para que logre el objetivo de manera natural sin presiones, sin gritos y sin armar mayor alboroto. Ármate de paciencia y réstale importancia al evento verás que le quitas un montón de estrés al proceso. Tengo que admitir que cuando recién empezamos, no seguía la filosofía Montessori, así que en las primeras ocasiones que Cami usó el orinal, nos faltó poco para hacer una fiesta y le dimos chocolatitos. ¿Qué creen que pasó después? Cada vez que la sentaba en el orinal sin importar el resultado, ella esperaba chocolatitos.



El proceso para dejar los pañales puede ser largo o corto, depende del niño. Muchas veces queremos adelantarnos al proceso y por diversas razones queremos que dejen el pañal cuando el niño no está preparado. Particularmente, no creo en los métodos que te ayudan a quitar los pañales en 3 días o una semana, me suena a “baja 7 kilos en 3 días con la dieta de agua de piña”. Por eso, es necesario respetar el proceso mientras les ofrecemos herramientas a nuestros hijos para conseguir el objetivo.


Cada niño maneja sus tiempos. En caso de Cami, ella dejó los pañales de manera gradual en tres etapas:

  1. Practicamos por varias semanas con los pull-ups, la sentaba en el orinal cuando veía que quería ir al baño (muchas veces con éxito, otras veces sin éxito).

  2. Le quite los pañales cuando me dijo que quería usar calzón, tuvimos un par de accidentes esa semana y la siguiente semana ya no tuvo ninguno. Seguía durmiendo por las noches con pañales.

  3. Le quite los pañales de noche cuando por dos semanas consecutivas amaneció con los pañales secos. La otra señal de que estaba lista para dar el paso final fue que me llamaba como a la media noche porque quería que la llevara al baño.


Finalmente, estate preparado para los accidentes porque van a ocurrir. En el caso de Cami hemos tenido muy pocos pero aún me acuerdo cuando tuvo un accidente en la resbaladera de los juegos del mall. Su papá estaba con ella y por lo que me contó los niños gritan: “Oh, my God”, Cami se reía de los nervios y él no sabía en dónde esconderse. Yo estaba viendo tiendas, no le había llevado ropa ni zapatos extras (quien iba a pensar que tendría un accidente a estas alturas del partido). Moraleja: siempre carga con un juego de ropa y zapatos extras.


772 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page